Finalmente, al mes de haber descubierto lo que en principio eran unas “protuberancias”, ya tenia desarrolladas dos piernas extra en mi trasero, totalmente funcionales, como las dos de delante, con las extrañas manos y todo. De hecho, tenian la misma precision. Tuve que aprender a caminar con 4 piernas cuando me crecieron lo suficiente como para tocar el suelo. Al principio me resistia a hacerlo, porque iva mas comoda usando como siempre solo mis piernas delanteras. Las dos traseras las levantaba por encima de mis hombros y las usaba como si fueran manos. Pero mi centro de gravedad se desplazaba demasiado, y me hacia perder el equilibrio con frecuencia. Asi que finalmente me fui acostumbrando a caminar con las 4 piernas a la vez. Jeje, parecia una araña, pero era muy funcional. Y cuando necesitaba coger algo, o manipular algo, simplemente levantaba una pierna, y me sostenia con las otras tres. O si necesitaba dos, levantaba una delantera, y la opuesta trasera, para seguir manteniendo el equilibrio. Me las apañaba bastante bien, y me resultaba hasta entretenido.